miércoles, enero 06, 2010

yo me quejo...

Generalmente, muy comunmente, suelo quejarme de mis desgracias. de que no tengo suerte, de que las chicas no me dan pelota, de que banfield nunca sale campeon, de que brasil tiene mejores cosas que nosotros, de que siempre elijo mal, de que llueve justo antes de ir a jugar a la pelota, de que la birra esta caliente, de que me duele la cabeza a la mañana, de que no puedo dormir, de que la panza me crece, de que gano poco, de que siempre me doy cuenta mucho despues de las cosas, de que la gente no es puntual, de que a quien se le ocurre comprar palermo cuando existe stella o heineken, de que : "tren, subte, bondi, avion, amigo, novia, familiar, dealer, puta, policia, diario,banda, delivery, profesor, jefe o mail " llegan o salen con demora...
En fin, de muchismas otras cosas podria quejarme, pero ocuparia mucho de mi tiempo y quizas quedaria ocurrente, gracioso y original. Hasta de eso me estoy quejando.
La cosa es que siempre expongo mi mala fortuna para las cosas. Siempre creo que a mi em pasan las peores cosas. pero bueno, hay un tipo, pobrecito el, que me hace cerrar el orto y me hace pensar que quizas no deberia quejarme tanto.

Tenía 93 años. En 1945, el japonés Tsutomu Yamaguchi vivía en Nagasaki. La primera bomba lo sorprendió en Hiroshima durante un viaje de trabajo. Y la segunda en su ciudad, cuando regresó. Se había convertido en un luchador por la paz.

Yo no me voy a convertir en un luchador de la paz, pero por lo menos, voy a creer que quejarme por que la cerveza esta caliente o por la nafta volvio a subir de precio merodea lo ridiculo.
Y yo me quejaba por que ayer me cague de calor cuando iba al laburo y que me recontra cague da calor cuando volvi.
A el lo esperaba otra bomba. a mi, una cerveza fantastica.
Y perdon, pero que te caigan dos bombas atomicas ( las unicas dos que explotaron en poblaciones y durante una guerra) resulta muy de tommy y daly.
En fin.